En el método tradicional de desarrollo de productos, existe una clara separación entre la fase de desarrollo y la de producción. El desarrollo comienza cuando en la cabeza de alguien se enciende una bombilla, pasa por la creación de bocetos en una servilleta y modelos en CAD, y llega finalmente a los prototipos. En uno o más momentos del proceso de desarrollo puede surgir información del mercado, ya sea por las suposiciones bienintencionadas de alguien, a través de uno o más grupos de discusión o de pruebas de mercado reales. Y, desde el principio al final, siempre existe presión para "sacarlo adelante", ya sea porque se necesita competir con un líder de mercado o porque usted es el líder y alguien intenta competir con usted. Sin embargo, cuando ha logrado su objetivo (un producto totalmente desarrollado y comercializable) todo se para de repente y los dibujos o modelos desaparecen en la "máquina de producción" de la que sale, semanas o meses más tarde, un lote completo de producto ya comercializable y las prisas comienzan de nuevo a medida que sale al mercado.
En el moldeo de plástico, como en la mayoría de las demás tecnologías, algunos aspectos de esta transición son inevitables. Los moldes de producción son caros y lleva tiempo fabricarlos. Es arriesgado empezar a fabricarlos antes de que el diseño haya superado todas las pruebas de la fase de desarrollo, ya que incluso un pequeño cambio puede convertir moldes por valor de decenas de miles de dólares en topes para puertas y anclas para barcos.
Tradicionalmente, esto siempre enfrentaba a los fabricantes a un dilema. Podían realizar la fase de desarrollo y la de fabricación secuencialmente y aceptar el consiguiente retraso. O podían tratar de simultanear ambos procesos, comenzando los moldes de producción antes de finalizar la fase de desarrollo: esto reducía la espera hasta la comercialización pero se corría el riesgo de tener que volver atrás y comenzar la fabricación de los moldes de nuevo. Era una elección difícil porque los competitivos mercados globales actuales premian tanto la velocidad como el bajo coste. Los fabricantes ya son conscientes de que el uso del moldeo por inyección rápida como método de creación de prototipos puede reducir tanto el coste como el periodo de diseño de las piezas de plástico. Ahora están empezando a ver que puede también ayudar a reducir el periodo de espera entre el final de la fase de desarrollo y la comercialización del producto.
Herramienta de puente
Aunque el moldeo por inyección rápida no es idéntico al proceso tradicional de creación de moldes para producción, es lo suficientemente parecido tanto en proceso como en tecnología para solucionar algunos problemas y ayudar a acelerar la producción. En primer lugar, además de probar el diseño en sí, confirma que una pieza puede ser ya moldeada. En segundo lugar, aunque la creación de moldes de producción puede añadir posibilidades que el moldeo por inyección rápida no puede (por ejemplo, conductos de refrigeración interna o ventilación sofisticada), la adaptación de una pieza a las necesidades del moldeo por inyección rápido igualando el grosor de las paredes y conservando el ángulo de inclinación puede simplificar y acelerar realmente la fabricación de los moldes de producción a la vez que abarata su coste. En otras palabras, el moldeo por inyección rápida no sólo produce piezas prototipo, sino que funciona como prototipo del método de producción que fabricará esas piezas, permitiendo eliminar problemas evitables antes de comenzar a fabricar el molde final.
Y algo todavía más importante en los cambiantes mercados actuales, los moldes creados para el moldeo por inyección rápida también se pueden usar para moldear piezas con las resinas de producción reales y en los volúmenes de producción deseados (miles o incluso decenas de miles de piezas) mientras se fabrican los moldes de producción "oficiales". En otras palabras, los moldes para creación de prototipos de ayer pueden producir las piezas que van a salir al mercado hoy mientras se fabrican los moldes para grandes volúmenes de mañana.
Produccion segun demanda
En realidad, cuando uno se da cuenta de que se pueden comercializar las piezas "prototipo", empieza a encontrar motivos para posponer la producción de los moldes de acero. Una razón sería la posibilidad de reducir los gastos iniciales realizando pedidos de piezas más pequeños que los que se realizan al pasar a los moldes de producción. Esto es especialmente importante cuando no está seguro de la demanda que existirá en el mercado para el nuevo producto. Es una forma de ir más allá de las simples pruebas de mercado, pasando a la comercialización del producto y midiendo la respuesta antes de comprometerse con una producción a gran escala. Si la reacción del mercado a su producto sugiere la necesidad de realizar ajustes, puede realizar modificaciones rápidamente y volver al mercado en unos días con un producto mejorado.
Si es necesario, puede repetir varias veces el proceso, cada una de ellas con un coste moderado, antes de pasar a la producción masiva. En cierto sentido, este tipo de moldes piloto le permiten tratar un producto físico de la misma manera que los desarrolladores de software tratan los suyos, con versiones que salen al mercado una tras otra a medida que se añaden funciones.
No hay motivo para que tengan que pasar años entre las ediciones de Widget Mark I, Mark II y Mark III si el mercado desea un producto mejorado. Para los usuarios de métodos tradicionales esto puede resultar novedoso, pero si elimina la dolorosa espera mientras se fabrican los moldes de producción puede valer la pena intentarlo. Y si ahorra el coste de enviar decenas de miles de piezas y costosos moldes a la basura porque el mercado desea algo ligeramente diferente, mucho mejor.